El Rey llama a la unidad y la calma ante el tumulto del debate actual en España
El Rey ha utilizado este año el mensaje navideño, cuando millones de españoles atienden a sus palabras antes de reunirse para la cena de Nochebuena, para señalar los desafíos y prioridades que, en su opinión, enfrenta España como sociedad. Ante una contienda política “en ocasiones ensordecedora”, en sus propias palabras, el jefe del Estado ha exhortado a la “serenidad” y al diálogo “constructivo” entre las distintas fuerzas políticas para abordar los grandes retos, incluyendo el acceso a la vivienda, la gestión de la inmigración y la inestabilidad política a nivel internacional.
El recuerdo de la dana que azotó sobre todo a la Comunidad Valenciana el pasado 29 de octubre, dejando 231 fallecidos y cuatro desaparecidos, ha sido protagonista en el discurso: “No debemos olvidar nunca el dolor y la tristeza que ha dejado [la tragedia] en sus familias”, ha insistido junto a una fotografía ―la única del escenario en el que ha grabado su discurso― en la que se ve a civiles voluntarios y militares retirando lodo de las calles de Paiporta. “Hemos comprobado —y entendido— la frustración, el dolor, la impaciencia, las demandas de una coordinación mayor y más eficaz de las administraciones” en la gestión de la tragedia, ha afirmado el Rey, que ha pedido que las ayudas lleguen “a todos los que las necesiten”.
El undécimo discurso del Rey desde que fuera proclamado el 19 de junio de 2014 había suscitado una gran expectación. No solo porque se enmarca en el décimo aniversario de su reinado, sino también porque, aunque el Gobierno da su visto bueno final, es el primero que ha elaborado junto al nuevo jefe de la Casa del Rey, el diplomático Camilo Villarino, quien a lo largo de este año ha liderado profundas reformas en puestos clave de La Zarzuela. A través de los discursos pueden entreverse las prioridades de la jefatura del Estado. Además de situar a la dana como la gran prioridad y rendir tributo a los vecinos, voluntarios, protección civil, bomberos, cuerpos de seguridad, Fuerzas Armadas, ONG, y empresas que han donado fondos para la reconstrucción de las zonas afectadas por las riadas, el Rey ha querido lanzar un claro mensaje a los servidores públicos: se requiere diálogo, generosidad y serenidad.